CRÍTICA (O ALGO ASÍ) Premutos: El ángel caído

 Crítica- Premutos: el ángel caído

Ayer, y tras una larga búsqueda entre lo más alto y distinguido del cine, me decidí a ver Premutos: el ángel caído. Considero, creo, opino; que lo visto hace unas cuantas horas ha supuesto para mí una ascensión cercana a un estado de nirvana, a una nueva realidad nunca antes vista, que minimiza toda película o genialidad que yo consideraba, y que abre sin duda un nuevo campo en lo que al séptimo arte se refiere. En definitiva, creo que he visto LA PEOR MIERDA que recuerdo.

Ante todo, creo que es necesario ubicarse en un primer momento ante la obra de Olaf Ittenbach. ¿ Qué coño es Premutos?:

India, 1231 aC. Unos guerreros indios se enfrentan con unas criaturas extrañas. En medio de esta batalla aparece de entre los muertos Premutos, un anti-Dios. El presente: Mathias es el hijo de una familia muy particular: un padre fetichista y una hermana con gustos sexuales peculiares. Él hace tiempo que sufre visiones en las que se desplaza a diferentes épocas y escenarios, y pronto descubrirá que él es el escogido, el hijo de Premutos. Cuando está en trance, Mathias se transforma en diversas criaturas monstruosas. (FILMAFFINITY)

 TELA DE LA BUENA. En un primer momento hasta te puede parecer que el guión -pese a las limitaciones EVIDENTES presupuestarias- puede dar algo de sí, pero lo que nos encontramos en pantalla es una de las mayores aberraciones que he sido capaz de soportar.

Los primeros 45 minutos son un auténtico puto caos sin ninguna clase de sentido, donde se cruzan doscientascincuentaycuatromil tramas a la vez, las cuales van destripando a los diferentes personajes, quienes además, APARECEN EN LAS DISTINTAS TRAMAS DE SUS COMPAÑEROS DADO LA FALTA DE ACTORES. EL PENE DE RASPUTIN EN CLOROFORMO. De este modo, en la primera trama del año 1000 o 1200 que nos cuenta la historia de Premutos- quien además muere otras mil veces de  cien maneras absurdas- es posible que aparezcan personajes de otras tramas en otros años más recientes que además mueren. INCEPTION. No intentes comprender nada porque no es posible, yo la vi acompañado y estuvimos tres personas intentando discernir qué estaba ocurriendo exactamente, por qué tanta sangre y víscera (HAY MUCHA, MUCHA VÍSCERA Y MUERTE), y por qué tanto salto temporal aleatorio y sin conexión alguna.

Para recalcar sin duda lo de los saltos temporales, dado que en la trama del anticristo Premutos se pasa por ejemplo de 1928 a 1942 en cuestión de 5 minutos, dejando a mitad la trama de 1928 y dejándonos en el limbo en la siguiente. FASCINANTE.

La película tiene a su vez rellenos inconmensurables para ocupar tiempo. Escenas de comidas familiares que se alargan infinitamente, flashbacks y sueños oníricos que no tienen nada que ver con la trama, intromisiones varias sin contenido ni razón. Es todo un festival de épicas proporciones, que te dejará las manos marcadas al rojo vivo de los aplausos que vas a verte dando, DIOS SABE POR QUÉ, con la esperanza de que estos generen chispa e incendien el ordenador del susodicho que haya tenido la desfachatez y la gran maldad para descargar esta bacanal de sangre y personas alimentadas por residuos nucleares.

Mención aparte también es sin duda el trabajo de guión, que me ha proporcionado algunas de las risas más sanas que recuerdo en los últimos tiempos. Es digno de colgar de un puente y matar a piedras el trabajo también de Ittenbach, que no tenía bastante con dirigir, sino que además también se puso a los mandos de los diálogos de los personajes. Lo que se conoce como un tío polifacético y multitalentos. El nivel es tan tan tan bajo, PERO TAN TAN TAN BAJO, que sólo te entran ganas de reír ante un infarto de pus, sangre y mierda, que alcanza niveles demenciales. No voy a transcribir diálogos de esta obra magna, dado que prefiero que la veáis vosotros mismos, pero sí pongo a muestra una parte que sin duda supone un culmen en la cinta:

LOS CLAVOS DE CRISTO, PERO QUÉ CARAJO. Esa es la sensación que tienes durante toda la película, que va intensificando y disminuyendo paulatinamente, en lo que sin duda es otra muestra más de la habilidad del director, que no quiere que el infarto cerebral te destruya por completo el cortex antes de dar por finalizado el film.

AH, también es muy reseñable la forma en la que uno de los protagonistas, Mathias, viaja al pasado para darse cuenta de su origen malévolo e infame. Se supone que a cada vez que se duerme visiona pasajes antiguos de su origen, pero lo que propicia estos sueños son algunas de las secuencias más hilarantes que recuerdo:

LAS INTERPRETACIONES SON UN ATENTADO A LA INTELIGENCIA HUMANA. QUE DIGO HUMANA. A CUALQUIER FORMA MOLECULAR EN ESTE PLANETA. Te dan ganas de que mueran todos, pero que además sufran de verdad los actores. Que el rodaje salga mal y haya alguna desgracia.

El componente zombi llega un punto en el que se vuelve totalmente arbitrario y prescindible, dado que se le debió terminar la paguica a Ittenbach y no podía comprar más ketamina para pagar a los desgraciados que se mueven por el escenario como no-muertos. De hecho, en el film, Ittenbach es capaz de destripar, matar, humillar, vejar y reventar a cientos de zombis él solo, ya sea con pistolas de cargadores infinitos, con espadas de 2 metros o con sus propias manos. Ah, que no se me olvide el personaje de Hugo. No voy a spoilear lo que sin duda resulta una de las interpretaciones capitales en la historia del cine, sólo voy a decir que a un tercio de que se termine el film su miopía se cura milagrosamente.

Si de verdad tienes intención de verla, lo cual indica muy poco acerca de tus perspectivas no solo cinematográficos, sino vitales y básicas, te diría que da ABSOLUTAMENTE IGUAL en qué punto empieces, termines, lo dejes para cocinar o te vayas a dar una vuelta para volver después. NO IMPORTA ABSOLUTAMENTE NADA porque NADA TIENE SENTIDO O COHERENCIA con lo que sucede a continuación.

Se me olvidaba también otro detalle, y es que el guión se atreve a reescribir el cristianismo. DE PERDIDOS AL RÍO supongo que pensaría el bueno de Ittenbach. Sólo lo voy a dejar ahí, prefiero que lo descubráis todo vosotros mismos.

La película, o lo que sea esto, dura 104 minutos. CIENTO CUATRO MINUTOS que parecen lustros, décadas, saltos temporales de Premutos, y que nos dejan la cabeza, el alma y el espíritu hecho trizas. Ver Premutos del tirón y sobrio es una experiencia religiosa, cercana a la catarsis, que bien puede destruirte interiormente o provocar algunas de las risas más incontrolables que puedas recordar. Recomiendo encarecidamente verla acompañado, para complementar lo que ya supone una experiencia para la posterioridad en todo un debate filosófico acerca de qué nos quería expresar Ittenbach. O simplemente para que tu amigo se cague en todos tus muertos. Muy merecidamente por cierto.

PUNTUACIÓN

La puntuación es de 4 estrellas como podría ser un tigretón y dos magrebis, un dirham y tres clavos o dos amputaciones y los muertos de Ittenbach en salmuera. No creo que exista baremo real para calificar a una película de estas dimensiones. De hecho creo que no puede calificarse ni como película, sino como objeto creado, generado, de manera malévola y oscura por una mente avanzada a nuestro tiempo en siglos, qué digo siglos, milenios, años luz. El nivel de depravación es tal que vas a tener que sacar la mierda de la pantalla con una pala.  Tanto como si eres un fan del gore y de la casquería más fácil y salvaje, como si vas puesto hasta el culo, como si realmente ya poco tienes por hacer en tu vida, ESTA ES TU PELÍCULA. Yo sudé viéndola, hasta que me dí cuenta que realmente era mi propio llanto inconsolable.